
El fin de semana se suspendió drásticamente.
Nos despertamos medios lentos después de una ducha revitalizadora Juan quiso ir a ver al mecánico, nosotras nos quedamos enredadas en las sabanas disfrutando el paso de los gigantes invadiendo Santiago, los reporteos, esperando la llegada del rinoceronte todo por la pantallita cuadrada, estaba de locos ir a visitarla en vivo.
Al llegar Juan nos dice que nos preparemos pues nos vamos a la playa, Llama a nuestro amigo Iván que nos invito a conocer a su bebé que hoy tiene tres meses y le llaman Vicente. Llegamos a su casa y nos disponemos a organizar la salida, toda la cabrería incluida doña, querían ir a la arena y sol... salimos tarde, la playa estaba invadida. Pensaba que doña se arrepentiría pues fuimos a pie ya que por estos días estacionar un auto es un caos pero aguanto aunque a la vuelta parecían termitas, que manera de no pararles el diente. Jajajajajajaja.
Pelando con nuestros amigos nos dieron las tres de la madrugada ya que cuando nos vimos la ultima vez Vicente no estaba ni en proyecto, jejejeje.
La mañana del domingo se vio interrumpida por un llamado, era mi hermana que me avisaba que el Abuelo Nano estaba perdido. Encachando la parafernalia y ver que podíamos hacer. Nos disponíamos a volver, comenzamos a llamar y tener más información.
Al llegar a casa tratando de que nada me invadiera pensaba en lo que haría el abuelo tenía algunos destinos.
Que estuviera reponiendo sus vínculos y se encontrara en el barrio antiguo.
Que estuviera disfrutando de Valparaíso
Qué estuviera en Serena.
Traté de mantenerme Lucida y recordar las vivencias de otros amigos que eran positivas fueron de gran ayuda.
Mientras me disponía hablar con relaciones publicas de los canales de TV, volvía llamar a la tía y él había vuelto, andaba en Valparaíso.
Nano salió el viernes en la tarde y volvió el domingo como a las 22:00 Hrs.
Pasado el susto, llamando a todos los amigos para darle aviso que había aparecido, todos se aliviaron.
Tengo que ir a visitar al Nano para saber como lo pasó.
Lo de patiperros lo llevamos en la sangre, Jajajajajajajajajaja.
Nos despertamos medios lentos después de una ducha revitalizadora Juan quiso ir a ver al mecánico, nosotras nos quedamos enredadas en las sabanas disfrutando el paso de los gigantes invadiendo Santiago, los reporteos, esperando la llegada del rinoceronte todo por la pantallita cuadrada, estaba de locos ir a visitarla en vivo.
Al llegar Juan nos dice que nos preparemos pues nos vamos a la playa, Llama a nuestro amigo Iván que nos invito a conocer a su bebé que hoy tiene tres meses y le llaman Vicente. Llegamos a su casa y nos disponemos a organizar la salida, toda la cabrería incluida doña, querían ir a la arena y sol... salimos tarde, la playa estaba invadida. Pensaba que doña se arrepentiría pues fuimos a pie ya que por estos días estacionar un auto es un caos pero aguanto aunque a la vuelta parecían termitas, que manera de no pararles el diente. Jajajajajajaja.
Pelando con nuestros amigos nos dieron las tres de la madrugada ya que cuando nos vimos la ultima vez Vicente no estaba ni en proyecto, jejejeje.
La mañana del domingo se vio interrumpida por un llamado, era mi hermana que me avisaba que el Abuelo Nano estaba perdido. Encachando la parafernalia y ver que podíamos hacer. Nos disponíamos a volver, comenzamos a llamar y tener más información.
Al llegar a casa tratando de que nada me invadiera pensaba en lo que haría el abuelo tenía algunos destinos.
Que estuviera reponiendo sus vínculos y se encontrara en el barrio antiguo.
Que estuviera disfrutando de Valparaíso
Qué estuviera en Serena.
Traté de mantenerme Lucida y recordar las vivencias de otros amigos que eran positivas fueron de gran ayuda.
Mientras me disponía hablar con relaciones publicas de los canales de TV, volvía llamar a la tía y él había vuelto, andaba en Valparaíso.
Nano salió el viernes en la tarde y volvió el domingo como a las 22:00 Hrs.
Pasado el susto, llamando a todos los amigos para darle aviso que había aparecido, todos se aliviaron.
Tengo que ir a visitar al Nano para saber como lo pasó.
Lo de patiperros lo llevamos en la sangre, Jajajajajajajajajaja.