A pesar de mis ritos de desprendimiento, algo señalaría que...
Me pondrian en cuatro… Oiga!!!!! Y no es chiste, no sé si se usa o no esa técnica la verdad que para esa hora y las tantas y tantas huevas que me pusieron prácticamente daba lo mismo. Todo anunciaba que la piri llegaría ese día y como se lo tenía planeado, afortunadamente tenía todos mis cálculos sacados y le achunte por un poco poco.
Del parto puedo decir que no todos son iguales y acá se cumplió la ley de murphy, o sea al escuchar la frase como…“no te preocupes” “este parto será inolvidable, ni lo sentirás” habría apostado por otra cosa mariposa…, pero como con guitarra es distinto, todo salio fuera de lo planeado...
Si pue llego la compañera pirigüina, la postulante a hada y a yegua…
A eso de las 4:45 Am, mi cuerpo apaleado por las dificultades que tuve que sortear pero así no más a aperrar con tutti. Moreteada, adolorida, pero digna, con la sensación de que me sacaron el pellejo y me lo volvieron a poner.
Con la anestesia hubiera querido no sentir nada… pero sentí todo!!!! La epidural un fraude!!!!!, me cambiaron el catéter y lo tuvieron que insertar más arriba, con antibióticos, antiinflamatorios en una mano, pinchazos iban y venían y para colmo la mascara de oxigeno!!!! Sí señor y yo que en mi perra vida había estado tan pa la que cuelga!!!! O sea cuando hay parafernalia la hay…
Las miradas de la matrona y la auxiliar eran cómplices, yo sacando el rollo, con un poco de susto, pues el desenlace no era muy positivo. Yo pensando que en cualquier minuto se daba vuelta la tortilla y tendrían que entrar a picar, este adónico cuerpo… jajajajajaja, aunque lo confieso sí se venía habría que ponerle no más. Así tal cual y con tutti. Cuando llego Rogelio a eso de las tantas de la noche, esperaba que me dijera flaca lo siento, hay que picar y en mi cabecita gritaría un desconsolado… nooooooooooo, como el de las películas…
El dr. Zúñiga anestesista, después de meterme un catéter por el ojo, cambio radicalmente… y claro como no, si pierna peluda le mostró todo su cariño, perro fiel pierna peluda… protegiendo este fiambre cansado y adolorido. Todas mis terminaciones nerviosas conectadas, no había nada que parara aquel sensación.
Esas miradas que omitían sus voces, que a través de sus ojos reflejaban que algo pasaba y que mi tía piri, no quería bajar por el conducto!!!!, Una conversación pendiente que tendremos cuando aprendas a hablar!!!! Jajajajajajaja...
En un momento lo único que quería era vomitar y que me dejaran en paz!!!! O sea chao mangueras, mascaras, agujas, ni abdominales, que en cuatro, posición fetal, fue cuatico. Hasta que me vino esa sensación de mareo y muchas ganas de vomitar, creo que por tanta porquería que tenía dentro.
El tropel de hadas estuvo allí apoyando logísticamente, con sus llantos, sus cigarros, sus brindis, sus deseos y muchas cosas más… jajajajaja. Se unieron mágicamente alrededor nuestro. Y a pesar de lo machucada y amoratada, llego ella como se lo tenía planeado a las 41 semanas justas, rosadita, piolita, abrió sus ojos y nos dio el saludo. Pasaron los miedos y los sustos, nos dedicamos tan solo a mirarla y a contemplarla. Y sin duda a desearle de este mundo lo mejor…
Y así tres días internada... que para mi se hicieron infinitos...
