martes, agosto 08, 2006

La Verdad Sospechosa...

Mitomanía:
Atrapados por sus mentiras.
Cuando algunas personas tienen la tendencia de usar la mentira como un recurso permanente, se habla de mitómano.

Suena el teléfono y ella contesta. Cuenta que la llamaba el papá de su novio argentino para avisarle que había muerto atropellado por una moto y sus últimas palabras habían sido "llamala y decile que la amo". La joven de 18 años llora desconsoladamente abrazada a toda su familia que, por cierto, no entiende mucho. Pasaron cinco días en que ella le prendió velas a la foto del joven y se recluyó en su dormitorio.
Su padre, al verla tan angustiada, decidió averiguar qué había pasado, pero se encontró con que semejante tragedia no había sucedido. Luego de encarar a su hija, ella terminó por reconocer que lo había inventado. Aunque sea difícil de creer, se trata de un caso real y es una mentira más de las muchas que esta joven inventa a diario.

El doctor Marco Brunetti, psiquiatra de Clínica Alemana, explica que si bien mentir es un hecho normal, cuando algunas personas tienen la tendencia a usarla como un recurso permanente, se habla de mitomanía.

Esta característica está asociada a trastornos de personalidad de tipo severos y se puede relacionar con dos tipos de caracteres: los necesitados de estimación por un lado, y por otro, los con trastorno de personalidad hipertímica, es decir, personas que tienen un ánimo muy elevado (alegres, superficiales, frívolos, que carecen de perseverancia y responsabilidad). "La asociación de estos dos rasgos puede desembocar en una conducta mentirosa", afirma el especialista.

La sucesión de mentiras es lo que determina que una persona sea mitómana. Aunque no todos estos engaños tienen un objetivo claramente determinado, una buena parte sí lo tiene. "Algunas son finalidades importantes y otras pequeñas, que no se alcanzan a percibir, pero para la persona son relevantes", indica el psiquiatra.

La mentira del mitómano siempre tiende a enaltecerlo y puede desarrollarse en áreas distintas, como por ejemplo en los temas de salud, de relaciones interpersonales y de poder económico, entre otros.

El límite del engaño se da cuando éste se hace habitual y es utilizado como único recurso, a pesar de que existen otros mejores y más honestos.

Como advierte el especialista, en este tipo de personas se da una doble orientación: si bien parecen creer en su mentira, siempre están en conocimiento de que es algo falso, pero juegan a creérselo.

Los pacientes no acostumbran a consultar por mitomanía, sino que acuden por otros síntomas y el médico descubre que además está asociado este trastorno, que tiene un diagnóstico exclusivamente clínico. Pese a que estas personas le mienten incluso a su psiquiatra, el doctor Brunetti señala: "El médico tiene una cierta experiencia y entrenamiento para saber si una determinada conducta o un relato es honesto".

Como la mitomanía está asociada a un trastorno de personalidad, el tratamiento es psicoterapéutico y puede efectuarse exclusivamente por el psiquiatra o en conjunto con psicólogos.

"La persona que es mitómana termina sufriendo por esto. En un principio parecen obtener ganancias, pero finalmente se derrumba su cuento y se ven atrapados", concluye el psiquiatra.

Se define mitomanía como el trastorno de conducta consistente en mentir patológica y continuamente falseando la realidad y haciéndola más soportable; el mitómano no sublima su impulso transformándolo en arte. El dramaturgo mexicano Juan Ruiz de Alarcón expuso un modelo de esta patología en su obra La verdad sospechosa.

Con frecuencia, el enfermo, de carácter más bien paranoide, desfigura mentirosamente la propia idea que tiene de sí mismo, magnificándola o simplemente disfrazando unos humildes orígenes con mentiras de todo tipo, de forma que llega realmente a creerse su propia historia y se establece una gran distancia entre la imagen que tiene el enfermo de sí mismo y la imagen real. Muchos famosos (cantantes de rock, celebridades de diez minutos etc...) han padecido esta dicotomía.

Si bien la mentira puede ser útil y es un comportamiento social frecuente, el mitómano se caracteriza por recurrir a esta conducta continuamente sin valorar las consecuencias, con tal de maquillar una realidad que considera inaceptable urdiendo todo tipo de sistemas delirantes. Esta característica está asociada a trastornos de personalidad severos y se puede relacionar con dos tipos de caracteres: por un lado, los necesitados de estimación, y por otro, los que sufren un trastorno de personalidad hipertímica, es decir, las personas que tienen un ánimo muy elevado (alegres, superficiales, frívolos), que carecen de perseverancia y responsabilidad. La asociación de estos dos rasgos puede desembocar en una conducta mentirosa, con frecuencia padecida más por las personas del entorno del mitómano que por él mismo.

6 comentarios:

Don mr. Caco dijo...

mmm... bastante interesante...
Sorry, no tengo mucho que agregar.
Pd: te agregare a mi blog por siaca.

La_Keka dijo...

Hola Distinguido Señor!!!!

En hora Buena!!!!!

Abrazos y Éxito!!!!
Más Éxito!!!!!

Anónimo dijo...

Hola , soy mitomano y estoy en busca de ayuda...

Anónimo dijo...

anonimo
hola dicen que soy mitomana pero yo nbo lo asumo miento siempre en mi vida diaria.invento cosas que no son verdad
ahora ultimo invente que estaba`poliando siendo que no es cierto paso inventando cosas en mi trabajo
a veces cuando digo la verdad ya no me creen yo ya no que hacer me pueden ayudar con un sicologo y un siquiatra que lo necesito me parece ya no se que hacer
¡¡¡¡¡ayudenme!!!!!!

Anónimo dijo...
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matias dijo...

wikipedia a full!