Antaño

Rememorando el tiempo, refiriéndome un poco al colegio.

Cómo llegué al Experimental, de casualidad.
Quería ser... Yépez en versión femenina... pero mejor!!!!

Aunque, sigo insistiendo que demasiado tarde, algunas almas dicharacheras me consuelan diciendo que no perdí nada, ya que ellos terminaron de estudiar y colgaron las guitarras. Otros en tanto han tenido la posibilidad de viajar y ser almas errantes, nómadas y patí perras.
Esparcidos por todo el mundo deambulando por ahí y por allá, algunos con ganas de echar raíces, otros llevando una soltería o un buen pasar conociendo almas buenas y malas.
Feliz por ellos, los recuerdo con cariño...
A los que están y los que por cosas de la vida ya no nos acompañan, pero quedan los recuerdos gratos de haber compartido un espacio y una cifra del tiempo.

A veces, de casualidad suena el teléfono...
Y los llamados más lejanos de personas que deje de ver hace mucho tiempo, pero, que siguen estando presentes, como si hubiéramos dejado de vernos hace tan poco y han pasado años.

El tío perdió la vida...
No se porqué... Todavía tengo interrogantes...
Y cosas que suceden, esas proposiciones no gratas que ahí que cumplirlas.
Llegó el llamado y partiste en un accidente raro por decirlo menos.
Salvando a tu querida.

Y nunca más se supo qué paso con el tren trasero del microbús.

Recuerdo el escuchar tú nombre en el informativo y teniendo dudas, ojala de a ver escuchado mal.
Tratando de conseguir información y nadie sabía nada.

Algunos se encontraron con los recuerdos televisados, la foto del tronco.
Yo, en lo personal nunca vi esas fotos sino que me entere después, todos buscándonos.
Hasta que pudimos encontrarnos no de la mejor manera, tú te habías ido.

A tu madre no he visitado, pero de pronto nos llamamos, esas cosas raras.
Espero también me recuerdes y te encuentres bien, disfrutando, quizás haciendo esas locuras y jugarretas con la guitarra.

Mis mejores deseos para ti y los tuyos.

Y para todas luciérnagas salidas de aquellas larvas.