jueves, junio 22, 2006

Sensaciones

Ayer, abrumada por la cita del colegio...
Tenía sensaciones encontradas, buenas y malas...
La doña pudo percibir mis intrigas perfectamente.

Conversamos largo y tendido.
Dentro de todo lo que dijo también tiene razón...

Le comenté que tenía que visitar al Dr.
Y comenzó hacer sus preguntas... cuéntame, cuéntame... le expliqué que me revisarían y me harían un chequeo de rutina...
Y ella en su cabecita divagaba y dijo..."es por mi hermano"...
Yo, solo reí...

En la espera de la hora citada, le expliqué que se quedaría con los abuelos.
No puso objeción, le dejé dinero para que se comprara un yogurt, galletas, le aconseje que no tomara café...

En el trayecto al doctor, una joven me miraba, me sentía observada, guarde la calma y compostura... Estaba tranquila en el trayecto. Me defendí de los demonios que me persiguen por estos días, esos miedos quizás? absurdos.

Al llegar a la consulta me encontré con Juan, a mitad de calle.
Estacionó la moto, nos saludamos cordiales y cómplices... (Aunque haré una infidencia), me alegó de no incluirlo en mis escritos, que no lo nombro ni en pintura..., aunque yo sé, que quiero hacer algo especial para él... sí, quizás incluirlo en la blogosfera. Todavía no sé como, si visualmente o metafóricamente en algunas líneas. Ya lo había pensado pero se adelantó con los descargos. En fin.

Aquí comenzaron las sensaciones ricas, estaba en paz, después de estar tan abrumada...
No recordaba el nombre del doctor, Juan me miró rezongón, pero bien.

Le dije que iría al baño, andaba con la mochila cargada en ropa, para la vuelta a casa, no pasaría frió arriba de la moto.

En eso observo a un hombre delgado de aspecto conocido, pelo cano...,
Era Tito Noguera...
Juan me miró... como un "no te acerques", "ni le busques conversa", nos llaman...

Cuando estaba en la consulta en Estación Central, me lo topaba en la calle, en el banco...
Para mi es un agrado, aunque tengo que reconocer que lo odiaba por culpa de las foto novelas. Aprendí a quererlo, lamento que se deshicieran de aquellas revistas en casa de la abuela.
Después soñaba con Tito, se aparecía en mis sueños... Nada erótico...
Soñaba con el teatro, parecía ser antes que tuviera el teatro de Peñalolen o tendrá otro? Quién sabe?, los sueños lamentablemente no me entregan fechas.
Aunque, igual me da plancha acercarme y decirle "oiga soñé con ud." y me mire con cara de...¿qué le pasa a esta loca?.
Aunque yo, que no tengo nada que ver con él, ni con el medio, lo siento cercano, como que ya lo conozco, independiente de la exposición que tiene.

Y así entre a la consulta.
El doctor súper agradable, Juan me acompaño...
Sentía sensaciones gratas, que se perciben en el aire, y comenzaron a juntarse sucesos.

Todo excelente en el chequeo, el Dr. súper didáctico y práctico, nada complejo y enredado, al contrario súper cordial.
Y listo me pusieron sello verde. Puedo transitar sin problemas por la capital.

En el trayecto a casa Juan divisa una camioneta... parecía conocida y era Iván un amigo en común que tenemos, comenzamos a saludarnos como condenados, mientras el semáforo marcaba el rojo. Nos acompañamos algunos metros luego nos despedimos.

El trayecto en moto lo disfrute, santiago de noche, las luces, los semáforos, el viento, el frió... Hasta con ganas de dormir en la espalda de mi conductor, venía en otra.

Llena de energía positiva... Fue como recargarme
sucesos y sensaciones maravillosas e inolvidables...

Al llegar a casa la doña tuvo una conversación con su padre, hicieron acuerdos...
Y por hoy los cumplió satisfactoriamente. Se portó súper bien en el colegio.
Aunque entre nos... cortó una polera piola en la noche... hoy me di cuenta.
Guardó los trozos y me los entregó, la dejó como un peto, con la guata al aire...
Era demasiado pedir...sentía que algo raro pasaba, pues me pidió que saliera de su dormitorio, y claro, estaba preparando la facha.
Me dió mucha risa, la felicité porque respondió en el colegio...
Cuando fui a buscarla me miró y me puso el pulgar hacia arriba, trató de cerrar un ojo.

Y efectivamente respondió a los estímulos, espero pueda seguir de esa manera, Aunque no dejaremos de visitar a la psicóloga para que nos de su impresión.

Así fue el día, lleno de buenas sensaciones...Comenzando con malas, pero, transformándose en buenas, alentadoras, y radiantes...

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